Want create site? Find Free WordPress Themes and plugins.

El baño, una fuente de inspiración.

Cuando era niña me encerraba por horas en el baño de mi casa. Entraba en mis tiempos libres y me convertía en diversos personajes que no interactuaban entre ellos, eran solo monólogos en respuesta a situaciones límites que yo mismo creaba. La tristeza y la locura se apoderaban de ese pequeño espacio.

Mi personaje favorito era la mujer esquizofrénica y bipolar que se sentía observada constantemente.
En ocasiones imaginaba que por la interpretación de un papel ganaba la estatuilla a mejor actriz, y con lágrimas en los ojos levantaba el shampo agradeciendo a mis padres por haberme apoyado en esta carrera que en mis fantasías se avizoraba exitosa.

A los nueve años empecé a actuar en el club de teatro de mi colegio y paralelamente asistía a clases de dibujo y pintura en el barrio. Combinaba mis dos pasiones trazando en una hoja en blanco los personajes que interpretaba y creando paisajes surrealistas para ellos. Con el tiempo me di cuenta que con facilidad podía plasmar en el papel lo que veía y lo que imaginaba, me sentía afortunada de poder expresar sentimientos sin tener que hablar de ellos con nadie, ya que era una niña bastante introvertida.

 

Las luces y sombras que generaba el lápiz grafito eran tan dramáticas como los personajes que interpretaba en el baño. En ocasiones también utilizaba los pasteles de colores para contrarrestar un poco este fenómeno y darle un acabado más alegre a los ambientes. Era maravilloso deslizar mis dedos por el papel para generar efectos más suaves y difuminar los colores de esas tizas en los detalles de cada paisaje.

Ya de adulta nacieron mis hijos (dos mujeres y un niño) y desde que eran pequeños comparto con ellos muchos momentos en el baño; los ayudo a asearse, peinarse, arreglarse, etc. Un día estaba peinando a mis dos hijas en el baño y se cortó la luz en el sector donde vivía, instintivamente me encontré interpretando el papel de una bruja malvada; mientras las peinaba a oscuras les decía que las convertiría en renacuajos apestosos. Después de unos cuantos minutos volvió la luz y también con ella su madre. Me suplicaban que regresara la bruja a lo que yo respondía, ¿cuál bruja? Tú, eres bruja me decía las más pequeña ¡Yo bruja! ¡Qué falta de respeto hijita! Desde entonces cada vez que compartíamos el baño apagaban la luz para que apareciera la bruja y las convirtiera en sapos malolientes. Con menos frecuencia, todavía lo hacen, pero tengo la leve impresión que ya no se creen el cuento que yo ignoro la visita de este peculiar personaje.

Hay espacios íntimos y necesarios que creamos de niños y que ya de adultos los damos por muertos. Soy madre y también soy esa hechicera. Probablemente una chiflada que con la misma escoba que barre su casa vuela con sus hijos a otros mundos, de vez en cuando atesorando cada vivencia en una hoja de papel o una vasija de barro.


Foto: Sol Barragán / 
Instagram: @soleil_fotos 
Telf.: 099 234 9148

Adela García

La Pintora

“Creo y pinto macetas porque, como nuestros ancestros, veo en estos objetos de cerámica un recipiente que no solo acoge a las plantas, sino que también, por medio de las formas, dibujos y diseños, preservan vivencias, momentos y sentimientos. En mi taller creo con el corazón y me encuentro con la niña que llevo adentro.”

Feliz Cumpleaños

Feliz Cumpleaños

8 de junio Feliz cumpleaños tatita   Hoy, observando está neblina que se siente fría, me imagino hablando con ella. Siempre lo hacía el 8 de junio, día en que el amor de su vida, mi tatita, hubiese cumplido años en este mundo terrenal. Será el primer año que no...

Historia de un retrato

Historia de un retrato

Historia de un retrato Un día (hace 17 años) por primera vez dibuje a mi abuelito. Conforme con el resultado, le regalé mis trazos. A él le fascinaba todo lo que yo pintaba y frecuentemente me decía "Usted tiene un don Adelita". Sin embargo, ya habían pasado un par de...

El Chuninimani, nuestro amigo imaginario.

El Chuninimani, nuestro amigo imaginario.

Chuninimani, nuestro amigo imaginario. Algunos niños tenemos amigo imaginario, el nuestro se llamaba Chuninimani. Mi hermana melliza y yo lo compartíamos, como todo las cosas que teníamos. No me acuerdo el momento exacto en que lo conocimos pero en ese entonces...

La nostalgia que me trae el viento

La nostalgia que me trae el viento

La nostalgia que me trae el viento. Tenia 7 años cuando me fui de Chile y me separé de mis abuelos, junto con mi familia nos aventuramos a vivir en Buenos Aires. Todavía dibujo en mi mente el momento en que el auto se alejaba de la casa donde vivían, lentamente y en...

Did you find apk for android? You can find new Free Android Games and apps.